Flexibilidad de cuello.
Este ejercicio aumenta el rango de movimiento del cuello y relaja los músculos de la parte superior de la espalda.
Posición 1
Siéntate cómodamente en una silla, con la espalda recta, las piernas sin cruzar, los hombros relajados y los brazos a lo largo del cuerpo.
Posición 2
Estira los brazos a lo largo del cuerpo con los dedos apuntando hacia el suelo mientras respiras lenta y uniformemente. Busca la sensación de estirarse hasta la punta de los dedos.
Posición 3
Inhala profundamente. Al exhalar, coloca la mano derecha en el costado de la cabeza, al nivel de la oreja izquierda. Inclina la cabeza hacia un lado, sin forzar. Contén la respiración por unos momentos y luego exhala mientras regresas a la posición inicial. Haz lo mismo en el lado izquierdo.
La espalda debe mantenerse recta durante todo el ejercicio y no debe inclinarse hacia adelante o hacia atrás. El ejercicio se puede repetir 3 veces.
La flexibilidad de los hombros.
Este ejercicio flexibiliza el movimiento de los hombros y libera la presión acumulada en esta zona.
Posición 1
Siéntate cómodamente en una silla, con la espalda recta, las piernas sin cruzar, los hombros relajados y los brazos a lo largo del cuerpo.
Posición 2
Estira los brazos a lo largo del cuerpo con los dedos apuntando hacia el suelo mientras respiras lenta y uniformemente. Busca la sensación de estirarse hasta la punta de los dedos.
Posición 3
Inhala profundamente. Al exhalar, coloca la mano derecha en el costado de la cabeza, al nivel de la oreja izquierda. Inclina la cabeza hacia un lado, sin forzar. Contén la respiración por unos momentos y luego exhala mientras regresas a la posición inicial. Haz lo mismo en el lado izquierdo.
Repite el ejercicio de 3 a 4 veces, cambiando la dirección de rotación de los hombros.
La flexibilidad de la espalda.
Este ejercicio mejora el rango de movimiento de los brazos y tonifica la espalda.
Posición 1
Siéntate en una silla, mantén la espalda recta y los hombros relajados.
Posición 2
Inhala por la nariz y levanta ambos brazos en línea con los hombros, con las manos abiertas como un portero.
Posición 3
Luego imagina que aplastas una nuez entre los omóplatos y abres la caja torácica mientras contienes la respiración. Exhala y lleva tus brazos a lo largo de tu cuerpo.
Consulta a tu médico si estos ejercicios y estiramientos son adecuados para ti antes de llevarlos a cabo.
Dependiendo de tus habilidades, repite el ejercicio de 3 a 4 veces.
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